jueves, 25 de agosto de 2016

#Top Los mejores inicios de novelas

TIHUATLÁN, Ver., 25 de agosto de 2016.- La literatura es un arte que debe ser compartida. Tanto de los creadores a su público, como entre los seguidores de las letras. Una lectura, si no se comparte, es dejarla morir poco a poco dentro de uno mismo.

El clérigo comparte los que, para él, son los mejores inicios de novelas. Y no por asuntos estilísticos, sino meramente personales, ya que el encuentro con una lectura es de los hechos más personales e íntimos que se pueden experimentar.

***

El Capitán Alatriste (1996) - Arturo y Carlota Pérez-Reverte

No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente. Se llamaba Diego Alatriste y Tenorio, y había luchado como soldado de los tercios viejos en las guerras de Flandes. 



Hay una canción del grupo Mägo de Oz titulada La Cruz de Santiago, que comienza con una adaptación libre del inicio de esta novela. Cuando me enteré, tenía que conseguir el libro. Obtuve una edición donde salía Viggo Mortensen (Aragorn, pa' los cuates). La primera línea me atrapó completamente, aunque en mi mente suena a folk metal.

#NoQuedaSinoBatirnos

El Túnel (1948) - Ernesto Sábato

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona.



Lectura obligada en la universidad. El inició marcó mucho mi muy cerrada perspectiva literaria. Una novela policíaca (y discúlpeme, culto lector, por encasillar El Túnel en ese género) en la que el inicio y el final están en el primer renglón. ¡Magnífico!

Debraye del clérigo: Una vez, al inicio de esas clases de literatura en la universidad, un Maestro, con mayúscula, expresó: "Ustedes están aquí para perder su virginidad literaria. O mejor aún, para recuperarla".

#LaNovelaNegraNoEsLoQueUnoPensaría

Pedro Páramo (1955) - Juan Rulfo

Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.




El supuesto 'protagonista', al menos, el primer narrador presentado, te sitúa en una línea en el lugar donde se desarrollará la historia. Comala. Un lugar que con solo ver su nombre sabrás que hace calor, mucho calor, tanto que si te mueres allí y te vas al infierno, regresarás por tu cobija. Un ficticio Comala, de Rulfo, que nada tiene que envidiar al Macondo de Márquez, a la Amurota, de Moro, o a Winesburgh, de Anderson.

El inicio también te presenta al personaje de más peso en la historia, Pedro Páramo, un nombre fuerte, de un personaje fuerte, que cimbra a todo Comala, y a los lectores.

Exhorto del clérigo: No le vas a entender, pero termina la lectura. Este libro es corto precisamente porque tendrás que releerlo.


Lolita (1955) - Vladimir Nabokov

Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta.



Traducción del clérigo: Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado, mi alma. Lo-li-ta: la punta de la lengua en un viaje de tres pasos por todo el paladar hasta posarse, en el tercero, en los dientes. Lo-li-ta.

Descubrí esta novela debido a una pubertad friki, en la que las revistas de anime y manga en aquellos años se referían a las protagonistas femeninas de esas series como 'lolitas', y no con esas términos de "waifu" o "lolis" de hoy en día. En una revista se hacía referencia a esta novela como explicación del término 'lolita' aplicado a esos personajes de animanga con cara de niña y cuerpo de mujer.

Aunque no era una novela fácil de conseguir en mi rancho, la pude comprar luego de unos meses de espera y me atrapó con el inicio. Quien pueda referirse a su amada con esa pasión con solo evocar su nombre, no puede ser tan malo.

#HumbertHumbertEsInocente.

Cien Años de Soledad (1967) - Gabriel García Márquez

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. 



Este fue el primer inicio de un libro que memoricé. Previamente, solo leía por la avidez de leer y de saber más y más historias. Un día, un catedrático se cuadró ante nosotros y recitó este inicio con emoción y fuerza. Cambió totalmente mi forma de leer. Me di cuenta que aunque la lectura se disfruta tan bien en voz baja, hay pasajes, particularmente algunos inicios literarios, que se pueden disfrutar en voz alta.

Y al pronunciarlos es como saborear las letras, las palabras, jugar con la voz y los sonidos, y exprimir cada gota de magia que los grandes escritores crearon con base en el esfuerzo y la dedicación.

Consejo del clérigo: Lee Cien Años de Soledad. Si aún no sabes por qué a Gabbo se le relaciona con las mariposas amarillas, te estás perdiendo de una pequeña gran satisfacción, y un excelente tema de plática.

***
No dudo, mi culto lector, que ya has leído todas estas obras, o la mayoría de ellas. Espero que este texto te haya servido para revivir esos momentos en que las comenzaste, o que te haya motivado a leer las que aún no conoces.

Recuerda compartir en los comentarios los inicios de novelas que a ti te hayan gustado, para que nos motives a los demás a leerlas. Comenta sin pena, ¡no permitamos el esnobismo en la literatura!

Twitter: @ElClerigoLuna

2 comentarios:

  1. La historia que voy a contar, empieza una noche en que la policía violó la Constitución.

    Dos crímenes de Jorge Ibargüengoitia.

    Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.

    Orgullo y prejuicio de Jane Austen.

    Deberías hacer un top cien. Jajaja.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con los tuyos ya va un top siete, y es muy buen avance y aporte. No he leído Orgullo y Prejuicio, pero el inicio es muy interesante, ¡muchas gracias por compartirlo!

      P.S. El clérigo se sintió indignado por el inicio de esa novela de Jane Austen. Creo que fue a conseguir el libro. Así es él.

      Eliminar